Jugando a la guerra

18/02/2013
Gestionet

Un estudio asegura que jugar a los videojuegos puede mejorar algunas capacidades de los adultos. El uso continuado de este entretenimiento ayuda a mejorar la capacidad de procesamiento de la información, así como las habilidades fundamentales a la hora de hacer frente a un problema.

El investigador Ray Pérez de la Oficina de Investigación Naval, dependiente del Departamento de la Armada de los Estados Unidos, afirma en una entrevista realizada en 2010 que su equipo ha descubierto que “los jugadores de videojuegos poseen entre un 10-20% más de percepción y de habilidades cognitivas si se compara con aquellas personas no-jugadoras”.

“Sabemos que los videojuegos pueden aumentar la memoria a corto plazo», asevera. Además, los datos revelan que este sistema de entretenimiento digital “permite al jugador centrarse y ampliar el campo de visión”. No obstante, los investigadores de la Oficina de Investigación Naval prefieren ser cautos en estas afirmaciones y admiten que estos resultados “únicamente se han observado y medido en un entorno controlado de laboratorio”.

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Fotografía de Petr Brož

Todos estos esfuerzos están enfocados al ámbito militar. «Nuestra preocupación es el desarrollo de tecnologías y métodos de formación de capacitación para mejorar el desempeño en el campo de batalla», dice Pérez. “El objetivo -continúa- es entrenar a soldados para que sean capaces de solventar de manera ágil los problemas y desarrollar tácticas de combate contra los terroristas” en los conflictos bélicos.

El uso de videojuegos con fines militares no es nuevo. Algunas informaciones apuntan que una versión del videojuego de Atari ‘Battlezone’, lanzado al mercado en 1980, fue el primer ‘militainment’ de la historia. Uno de sus desarrolladores, Ed. Rotberg, asegura que un grupo de asesores de la Armada americana se interesaron por la tecnología del videojuego para desarrollar un simulador de su nuevo vehículo de infantería.

Uno de los ejemplos que mayor trascendencia ha obtenido en este ámbito es ‘America’s Army’, financiado por el ejército estadounidense con el objetivo de mejorar las tasas de reclutamiento entre los jóvenes. Es un juego de disparos en primera persona (FPS) en el que el usuario simula diversas misiones de entrenamiento.

Soldado, ¡a los mandos!

Las fuerzas españolas también cuentan con un ‘militainment’ que permite el entrenamiento para operaciones contra insurgentes. Un informe elaborado por el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional y publicado en octubre de 2011, recoge que el Ministerio de Defensa es partidario de estos “programas de simulación informatizadas” para complementar el adiestramiento de los soldados y ahorrar costes.

En ese sentido, el pasado 14 de diciembre Defensa dio luz verde a la adquisición de 250 licencias del programa ‘Virtual Battlespace 2’ (VBS2) por valor de 495.800 euros. Se trata de un simulador de combate elaborado por Bohemia Interactive Australia, responsables de videojuegos como ‘Operation Flashpoint’ o ‘ARMA 2’. El objetivo, desarrollar los procesos cognitivos mientras se simula, de manera realista, distintas situaciones de guerra.

 Los primeros indicios detectados por Pérez en este ámbito, sugieren que las mejoras cognitivas asociadas al uso de estos videojuegos puede durar “hasta dos años y medio”. Según este experto, los jugadores tienen lo que los expertos denominan “plasticidad cerebral”. “Esto se debe a que las redes neuronales que funcionan mientras se juega a videojuegos se vuelven  más pronunciadas, se incrementa el flujo sanguíneo y se sincronizan mejor con otras redes neuronales en el cerebro”, defiende.

 Por Julen Zaballa,  ‘Asadapi’

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