La fidelización de talento se ha convertido en uno de los principales objetivos de profesionales de recursos humanos o gestión de personas en compañías de diversa índole, desde pymes a grandes corporaciones.
Muchas organizaciones se enfrentan hoy a un entorno laboral cambiante, altamente competitivo y con una rotación significativa en la que «retener» a las personas adecuadas para los perfiles profesionales se convierte en todo un desafío.
En este sentido, el onboarding, que marca la bienvenida, acogida y la formación preparatoria para quienes se incorporan a una empresa no puede ser considerado un mero trámite.
Cada vez adquiere una mayor importancia la innovación en este proceso con el objetivo de que resulte eficaz y moderno. Innovar a este respecto es una necesidad.
Si el onboarding no está alineado con los valores de tu empresa ni con las expectativas del talento actual, estarás perdiendo tiempo, recursos y oportunidades.
Estas son 7 señales claras de que ha llegado el momento de innovar en tu proceso de incorporación.
Y al final te contamos cómo hacerlo de forma sencilla y eficaz.
Las personas recién incorporadas tardan semanas en adaptarse
Una curva de adaptación excesivamente lenta suele ser un síntoma claro de que algo falla en el proceso.
Si una persona no tiene claridad sobre su rol, sus tareas o cómo acceder a la información que necesita, lo más probable es que se desmotive antes incluso de aportar valor.
¿Qué hacer?
Diseña itinerarios de acogida personalizados y automatiza los primeros pasos con herramientas que guíen a cada persona desde el primer día.
El equipo de RR. HH. invierte demasiado tiempo en tareas repetitivas
Enviar documentos, explicar lo mismo una y otra vez o resolver dudas básicas por correo electrónico no es eficiente.
Si tu equipo dedica horas a estas gestiones, no está aportando valor estratégico.
¿Qué hacer?
Digitaliza tu proceso de onboarding con plataformas que automaticen la entrega de documentación, vídeos introductorios y pasos claves para cada nueva incorporación.
No sabes si el onboarding está funcionando (o no)
Si no tienes indicadores claros sobre la eficacia del onboarding, difícilmente podrás mejorar.
¿Cuánto tiempo tarda una persona en ser productiva? ¿Cómo valora el proceso? ¿Qué aspectos se podrían mejorar?
¿Qué hacer?
Incorpora herramientas que permitan hacer seguimiento del proceso, recojan feedback y generen informes para mejorar continuamente.
Las personas no conectan con la cultura de la empresa
Uno de los grandes objetivos del onboarding es generar sentido de pertenencia.
Si quienes se incorporan no comprenden los valores ni la forma de trabajar, será difícil que se sientan parte del proyecto.
¿Qué hacer?
Introduce elementos de storytelling y cultura corporativa desde el primer momento: vídeos del equipo, testimonios, dinámicas de gamificación o actividades que generen conexión.
Hay una alta rotación en los primeros meses
Si el porcentaje de bajas voluntarias entre quienes llevan menos de seis meses en la empresa es alto, el problema no suele estar solo en el reclutamiento.
Un mal onboarding genera desconexión, frustración y abandono precoz.
¿Qué hacer?
Diseña una experiencia de onboarding que acompañe más allá de los primeros días y combine formación, seguimiento y espacios para resolver dudas o detectar posibles problemas a tiempo.
El proceso no está adaptado al trabajo híbrido o remoto
Muchas empresas siguen usando modelos de onboarding pensados para entornos 100 % presenciales.
No obstante, actualmente buena parte de las incorporaciones se producen a distancia o con esquemas híbridos.
¿Qué hacer?
Asegúrate de que tu proceso sea accesible desde cualquier lugar, con itinerarios digitales, dinámicas interactivas y acceso a los recursos más importantes sin necesidad de estar en la oficina.
No es una experiencia atractiva ni memorable
Un onboarding gris, basado solo en manuales o documentos en PDF, no genera entusiasmo.
Si tu empresa quiere atraer talento, también debe preocuparse por cómo lo acoge.
¿Qué hacer?
Apuesta por un enfoque experiencial: combina tecnología, interacción, gamificación y seguimiento para que la experiencia de acogida sea coherente con los valores de tu marca empleadora.
¿Cómo innovar sin complicarte?
En Gestionet llevamos más de 20 años ayudando a empresas a transformar su forma de incorporar talento. Lo hacemos con tecnología propia, como nuestra plataforma Easy Learning, que permite diseñar rutas de onboarding digitales, personalizadas y medibles.
Además, integramos elementos de gamificación, seguimiento automatizado y contenidos adaptados a la cultura y objetivos de cada empresa.
¿Quieres ver cómo sería un onboarding más moderno, eficiente y alineado con tu marca?
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Motiva con gamificación
El onboarding también puede ser motivador. Es más, es preciso que lo sea.
La gamificación, bien aplicada, puede ser tu aliada estratégica en este sentido. Así, podrás transformar el proceso de onboarding en una experiencia mucho más estimulante y memorable, sin perder eficacia.
Incorporar mecánicas propias del juego (como retos, recompensas, niveles o insignias) ayuda a captar la atención, reforzar el aprendizaje y aumentar la implicación de quienes se incorporan a la empresa.
Gamificar consiste incorporar juegos en un entorno no lúdico, en este caso profesional, por lo que en ningún caso puede conllevar una infantilización. Se trata, por el contrario, de diseñar experiencias de aprendizaje en las que cada paso tiene un propósito y cada logro refuerza la autonomía y la conexión con la cultura de la organización.
Como resultado podrás obtener más retención del conocimiento, mejor experiencia de acogida y personas más motivadas desde el primer día.
En Gestionet aplicamos estas dinámicas en nuestros itinerarios digitales de onboarding a través de nuestra plataforma Easy Learning, en la que combinamos contenido interactivo, retos personalizados y seguimiento automatizado.
Y ahora qué, ¿te animas a innovar en el onboarding de tu empresa?
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