Gamificación, digitalización y entornos virtuales para sensibilizar sobre ciberseguridad en el sector bancario

20/11/2025
María José Bayo Martín - Periodista especializada en comunicación estratégica e innovación.

 

Las metodologías innovadoras de aprendizaje aumentan la atención  y pueden resultar especialmente útiles para concienciar sobre prácticas seguras en Internet

La ciberseguridad es uno de los principales desafíos para empresas en un contexto hiperconectado como el actual. Ocurre en todos los sectores. Pero hay uno en el que este tema resulta especialmente relevante. Nos referimos al sector bancario, en el que la concienciación de la ciudadanía sobre los riesgos y cómo evitarlos es clave.

En este ámbito las vulnerabilidades por errores humanos pueden resultar críticas.

Frente a los tradicionales cursos teóricos, emergen metodologías innovadoras que pueden resultar más eficaces y adaptadas al contexto actual.

Por ejemplo, la gamificación en e-learning, la digitalización del aprendizaje y los contenidos inmersivos tienen el poder de actuar como palancas para conseguir una verdadera cultura de la ciberseguridad.

Es aquí donde entran en acción las plataformas de última generación, que incorporan todas las características funcionales de un LMS (Learning Management System) con las ventajas de las más innovadoras LXP (Learning Experience Platform).

 

Concienciar sobre ciberseguridad, una necesidad estratégica

 

Al tiempo que avanza la digitalización, las amenazas evolucionan con rapidez. En este sentido, no basta con instalar soluciones tecnológicas avanzadas. La clave está en las personas.

Los incidentes en el ámbito de Internet tienen en muchos casos origen en un descuido o una mala práctica. Frecuentemente se dan por un desconocimiento de los riesgos reales.

En estas fechas aumentan las compras online con motivo del Black Friday o de la proximidad de las fiestas navideñas. De forma paralela, se incrementa la necesidad de promover una cultura digital responsable basada en los criterios de la ciberseguridad.

En el caso del sector financiero los datos son especialmente sensibles y entran en juego operaciones con repercusiones económicas. En este sentido, la prevención adquiere aún más relevancia.

Muchos bancos se esfuerzan por enviar correos en campañas de sensibilización que no siempre consiguen captar la atención de las personas destinatarias. Es preciso atraer desde la emoción, la comprensión gráfica o visual y una experiencia positiva. Es ahí hacia donde ponen su foco las nuevas formas de aprendizaje.

 

Gamificación para implicar en ciberseguridad

 

Aplicar dinámicas de juego a contextos formativos ayuda a captar la atención y mantener el interés a través de aspectos como el reto.

En programas de ciberseguridad la gamificación crea experiencias en las que las personas deben tomar decisiones bajo presión, identificar riesgos ocultos, responder ante posibles brechas o actuar con agilidad ante un ataque simulado.

Los elementos de juego en estos casos no son meramente decorativos. Están pensados para reforzar la toma de conciencia. Igualmente, contribuyen a conectar con la motivación intrínseca y favorecer la transferencia de conocimientos adquiridos de forma práctica al entorno que resulte vulnerable a este respecto. Por ejemplo, al puesto de trabajo o al ámbito de las finanzas personales.

La gamificación, sobre todo, convierte la formación en un proceso participativo y memorable, lo que multiplica su impacto.

 

Digitalización y virtualización de la formación

 

La formación online o e-learning gana peso en España y América Latina frente a otras opciones como la presencial, especialmente en compañías con diferentes sedes, equipos diversos y posibilidad de teletrabajo.

El volumen de negocio generado por los servicios de formación a distancia alcanzó los 2.935 millones de euros en 2024, lo que supone un incremento del 8,5% respecto al ejercicio anterior, según datos del Observatorio Sectorial DBK de Informa D&B publicados por Forbes. «El crecimiento fue impulsado por la buena evolución de la demanda, especialmente en el ámbito de la formación continua y profesional», añade la información.

Con la formación a distancia basada en la digitalización es más fácil personalizar contenidos adaptándolos a diferentes contextos.

Desde piezas breves para quienes necesitan solo una actualización puntual, hasta recorridos más extensos para quienes gestionan información sensible a diario. La digitalización permite integrar módulos específicos por departamentos, roles o niveles de exposición al riesgo, asegurando que el contenido sea relevante y útil.

Además, facilita el acceso constante a recursos claves, desde buenas prácticas hasta simulaciones. De esta manera, se fomenta una cultura de aprendizaje continuo.

En entornos virtuales destinados a formación se abren nuevas posibilidades para simular escenarios realistas sin riesgo alguno. En el sector bancario, esto lleva, por citar una posibilidad, a crear una oficina digital, un sistema de operaciones o un servicio de atención al cliente donde pueden producirse intentos de phishing, accesos no autorizados o fugas de información.

Los entornos inmersivos mejoran la comprensión del riesgo al tiempo que facilitan la interiorización de protocolos, el reconocimiento de señales de alarma y la práctica de respuestas efectivas ante amenazas.

 

Incluye ciberseguridad en tu onboarding digital

 

Caso de uso: gamificación en la banca como aliada para la formación interna y la concienciación en ciberseguridad

 

En el sector financiero los riesgos cibernéticos evolucionan a gran velocidad y la confianza es un activo clave. Aquí, contar con equipos bien formados y con clientes informados resulta fundamental. La gamificación puede ser una herramienta estratégica para abordar estos retos de forma eficaz y motivadora.

 

Desde el onboarding hasta el desarrollo profesional

 

La integración de dinámicas de juego en los procesos de onboarding puede resultar muy útil a las entidades bancarias para formar a las nuevas incorporaciones en materia de ciberseguridad desde el primer día.

De este modo, las organizaciones facilitan la atención para retener conocimientos críticos como el uso seguro de herramientas internas, la detección de amenazas o los protocolos de actuación ante incidentes.

A través de simulaciones, retos por niveles o recompensas digitales, es posible transformar procesos formativos tediosos en experiencias efectivas, incluso inmersivas.

Además, la gamificación puede extenderse a programas continuos de actualización para todo el equipo, por lo que podría reforzar comportamientos seguros y ayudar a construir una cultura digital sólida.

 

Clientes más informados y protegidos

 

En el caso del cliente final aplicar gamificación permite diseñar experiencias interactivas que fomenten la comprensión de conceptos clave sobre ciberseguridad.

Por ejemplo, se pueden crear minijuegos donde las personas usuarias deben identificar intentos de phishing, tomar decisiones en escenarios realistas o acumular puntos al completar microcontenidos sobre protección de datos y navegación segura.

Estas acciones mejorarán la percepción de la marca como entidad comprometida con la seguridad y sentarán bases para minimizar el riesgo real de ciberataques vinculados a errores humanos.

 

Gamificación para ciberseguridad con enfoque transversal

 

Por otro lado, es posible aplicar la gamificación para transformar la ciberseguridad en un eje activo de la cultura organizativa.

Esta metodología y la tecnología que se nutre de la misma, como el software desarrollado por Gestionet, potencia la vinculación y el compromiso, lo cual se conoce generalmente por el anglicismo engagement, tanto en equipos internos como en clientes.

En lugar de plantear la seguridad en el ámbito de Internet como una obligación, de este modo se convierte en un desafío compartido y en una responsabilidad asumida de forma más natural.

La apuesta por soluciones innovadoras como las mencionadas representa una forma práctica de anticiparse a los riesgos, mejorar la experiencia de usuario o usuaria y consolidar una ventaja competitiva en el sector financiero.

La ciberseguridad, en definitiva, no se resuelve solo con firewalls o cortafuegos. Necesita cultura y formación continua. Pero especialmente, necesita conciencia.

Los contenidos que ayudan en este sentido basados en gamificación, digitalización o virtualización, tienen el poder de transformar la formación en una experiencia útil, atractiva y alineada con la realidad del trabajo o de clientes.

En el sector bancario, esta evolución supone una clara ventaja competitiva. Incluso trasciende de a misma. Es una necesidad urgente para proteger activos, garantizar la confianza y reducir el margen de error humano.

La tecnología, bien aplicada, puede ser la mejor aliada para formar equipos más preparados y organizaciones más seguras.

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