“Lo primero que me aportan los videojuegos es diversión”, así de contundente fue Borja Pombo, un jugador de ‘League of Legends’ (LoL) que sufre una discapacidad motriz, durante la reciente celebración de la jornada ‘Todos somos raros, todos somos únicos’ en Bilbao. Un encuentro solidario con el que se pretendió dar visibilidad y apoyar la investigación biomédica de los afectados por enfermedades raras.
El evento, celebrado en el centro cultural AlhóndigaBilbao, tenía como eje central explicar las posibilidades de adaptación y de accesibilidad que proponen los videojuegos para que personas afectadas con algún tipo de diversidad funcional puedan competir en igualdad de condiciones con personas que no lo están. Allí, Pombo fue claro. Los videojuegos sirven para divertirse más allá de otros propósitos.
Así lo demostró en una partida al LoL junto al jugador profesional, Iván González ‘Zigurath’; el narrador oficial de la Liga de Videojuegos Profesional (LVP), Ángel Quintana, y el investigador sobre “videojuegos para la transformación social” y profesor asociado de la U-Tad, Carlos González Tardón. Pombo mostró al público asistente que la discapacidad que sufre no le impide situarse “en el 20% de los mejores jugadores europeos de LoL”, el videojuego multijugador online de más éxito en estos momentos y que cuenta con 75 millones de jugadores registrados.
“Ha conseguido estar a un nivel en el que muchísima gente tiene que jugar muchas horas para lograrlo. En el caso de Borja, parece que lo hace realmente fácil”, aseguró el comentarista de la LVP durante el evento.
Actualmente, Pombo trabaja como programador informático. “De hecho, soy autodidacta”, matizó. No obstante, tras la jornada laboral prefiere dedicar su tiempo libre a los deportes electrónicos (e-sports), una competición que le ayuda a “desconectar” desu día a día y que le ha abierto las puertas a relacionarse con gente diferente pero con gustos similares. “No ha habido ningún tipo de discriminación. Cómo no saben lo que tengo, a los ojos de ellos soy uno más, un jugador más”.
En esta misma línea, el investigador y psicólogo Carlos González Tardón, afirmó que los videojuegos, al ser virtuales, convierte a todos los jugadores “en iguales” sin tener en cuenta las posibles diversidades funcionales. “Cuando estas jugando a un videojuego estás tú y tus habilidades”, explicó. “En los últimos años hemos podido ver que, a través del videojuego, se pueden acceder al fomento de unas capacidades que hasta ahora no se podían llegar”, comentó. A esto se suma el trabajo que desde algunas empresas ya están haciendo para adaptar las tecnologías a todo tipo de personas con discapacidades o disfunciones motoras.
Cogiendo confianza
Si bien es cierto que la diversión y la evasión fueron dos de los elementos que primero destacó Pombo durante la jornada ‘Todos somos raros, todos somos únicos’, reconoció que desde que comenzó a competir en ‘League of Legends’ ha ganado muchísima confianza en si mismo. “Aprendes a tener autoestima, a quererte a ti mismo”, afirmó no sin antes agradecer a sus padres de dejarle hacer siempre todo lo que se ha propuesto.
Aunque parezca una obviedad, González admitió que entre los progenitores con hijos afectados por este tipo de patologías existe “una comprensible tendencia a la sobreprotección”. De ahí que, en ocasiones, tengan ciertas reservas a animarle a realizar actividades competitivas ya que existe una “imagen distorsionada” de la competición como sinónimo de “pisar cabezas”. “La etimología de competir es avanzar juntos, porque al mediros tu rival y tu, ambos avanzáis”, aseguró.
Por último, el narrador de la LVP también incidió en la búsqueda de un objetivo competitivo como método para el desarrollo personal, esto es, “disfrutar de las victorias y, también, aprender a sufrir con las derrotas al igual que cualquier que otra persona”.
Por Julen Zaballa, ‘Asadapi’
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