En pleno siglo XXI con la proliferación de Internet y los juegos online estamos asistiendo a la creación y afianzamiento de un nuevo tipo de “deporte”.
Hablamos de los e-sports, eventos multitudinarios donde hordas de jugones se enfrentan unos a otros, ya sea individualmente o por equipos (en este caso clanes).
Pero vamos primero a explicar qué son los e-sports. Son los llamados deportes electrónicos, es decir, competiciones de videojuegos donde los jugadores son profesionales. Su gran expansión (comenzaron mucho antes) se dio a principios de este siglo en Corea del Sur, donde ésta práctica tiene casi el nivel de deporte olímpico.
Los jugadores profesionales que se dedican a los e-sports son, lógicamente, gente muy joven organizada en equipos con una gran infraestructura detrás, donde fácilmente cada equipo puede llegar a tener entre 20 y 40 trabajadores diferenciados en áreas como cualquier otro equipo deportivo.
En cuanto al entrenamiento que llevan a cabo, éste también es parecido o incluso más intenso que por ejemplo el de un equipo de fútbol profesional. Los jugadores tienen jornadas de entrenamiento de entre 14 a 16 horas donde no sólo juegan (en este punto quizá la palabra jugar ya pierde parte de su significado para estas personas), sino que mantienen reuniones sobre tácticas a utilizar en posteriores encuentros. Además, suele ser costumbre que todos los miembros jugadores de un equipo se mantengan concentrados bajo un mismo techo.
¿Y sus sueldos? El sueldo mensual de uno de estos jugadores puede variar entre 1.500 y 5.000 euros mensuales, a esto hay que sumarle el dinero que puede conseguir cada uno de ellos de manera individual, bien a través de gameplays en sus canales de Youtube o de patrocinadores.
Por último, nos queda comentar los juegos que copan el olimpo de los e-sports ya que no todos los juegos multijugador en línea pueden ser alzados a la categoría de e-sport. Entre los reyes mencionamos los siguientes:
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