Videojuegos y psicología, una mezcla positiva

04/11/2013
Gestionet

Hasta hace pocos años, los resultados de los estudios científicos sobre los efectos psicológicos de los videojuegos eran muy negativos. Prejuicios extremistas desde conductas agresivas, absentismo escolar, marginación y aislamiento social, hasta ludopatía y adicción.

Actualmente, por el contrario, numerosos estudios han demostrado que los avances en videojuegos, ordenadores y dispositivos tecnológicos en general pueden aportar numerosos beneficios psicológicos. Un ejemplo es la adquisición de competencias y habilidades sociales a través de actividades digitales  que se pueden extrapolar en el terreno diario: en el trabajo, en las relaciones interpersonales, a la hora de estudiar, etc. De este modo, los videojuegos pueden ayudar a la integración social; por ejemplo, el uso de la Nintendo Wii permite a las personas con autismo sentirse integradas en la sociedad al poder interactuar y comunicarse. Por otro lado, los juegos de rol son un ejemplo de adquisición de la capacidad de entender el punto de vista del otro diferenciándolo del propio, lo que es muy relevante sobre todo en edades tempranas para mejorar el entendimiento del mundo y adquirir empatía e inteligencia emocional.

PsicologíayVideojuegos1

A menudo cuando jugamos, nos invade  un sentimiento de control que nos alivia, incrementando así la autoestima e incluso, el reconocimiento social por parte de los amigos. Esto es aún más beneficioso en aquellas personas con problemas adaptativos.

Otro beneficio social sería la reducción de conductas violentas y problemáticas al aumentar la comprensión de los riesgos sociales. Un ejemplo de este apartado sería Rex Ronan, un juego donde se asume el papel de un cirujano que se adentra en el cuerpo de un fumador. Los resultados demuestran una comprensión de los efectos fisiológicos aumentando la intención de no fumar. Además, hace falta añadir que los videojuegos  son una forma perfecta para entretenerse y divertirse dejando de lado conductas problemáticas tales como el vandalismo, las drogas, etc.

Asimismo, se estimulan y desarrollan factores útiles para el aprendizaje académico y extra académico: La evasión de la rutina y el posterior incremento de la motivación, el aumento de la creatividad favoreciendo así las actitudes positivas, el desarrollo de la memoria y la atención así como de la velocidad mental, la capacidad de resolver problemas, y el aumento de la calidad y cantidad de verbalizaciones espontáneas.

Para finalizar, me gustaría destacar que los prejuicios negativos anteriormente mencionados son extremos que se erradican con unos buenos hábitos de acceso y autocontrol, valores básicos que los padres y otros agentes socializadores tienen que asumir para poder garantizar la mejor adaptación posible del sujeto a la vida.

Olga Jordana, estudiante de psicología.

 ¿Quieres una propuesta 100% personalizada?

0 comentarios

Enviar un comentario