Simuladores empresariales para facilitar el aprendizaje y mejorar la experiencia formativa

15/07/2021
Redacción

Los simuladores empresariales recrean situaciones empresariales reales en un entorno educativo

La digitalización en empresas y universidades se ha acelerado y está abriendo un mundo de posibilidades. En la educación sin ir más lejos, gracias a los simuladores empresariales, que implementan tecnología como la inteligencia artificial o big data, facilitan el aprendizaje y aumentan la motivación del alumnado, a la vez que se les capacita para incorporarse al mundo real empresarial.

Simulador de gestión estratégica

La utilización de simuladores es cada vez más común en centros educativos, ya que facilitan el aprendizaje y lo hace más ameno para el alumnado. No obstante, existen otros usos muy beneficiosos para quienes los emplean, entre los cuales destaca la investigación científica.

También es posible utilizar la simulación empresarial en espacios de apoyo al ecosistema emprendedor, como incubadoras o aceleradoras de start-ups. Esta tecnología ayuda a las personas en la comprensión de conceptos complejos, a desarrollar nuevos conocimientos y a trabajar sobre todo ello en escenarios que recrean realidades como las que se podrán encontrar en su vida profesional o personal.

¿Cómo los simuladores empresariales facilitan el aprendizaje?

Grupo Gestionet, con 20 años de trayectoria en desarrollo de software y soluciones digitales innovadoras, está especializado en simuladores empresariales que emplean la gamificación (ludificación). Es decir, que incorporan contenidos basados en juegos para favorecer una experiencia usuaria amigable.

Algunos de los principales beneficios de la utilización de estos recursos en clases o en centros de desarrollo empresarial son los siguientes:

  • Crear una experiencia positiva de aprendizaje.
  • Facilitar el entrenamiento de habilidades en entornos confiables que no entrañan riesgos.
  • Realizar una aproximación a materias complejas mediante su visualización en contextos, recreados de manera ficticia, pero basados en situaciones totalmente reales.
  • El uso de dinámicas gamificadas, es decir, de técnicas propias de los juegos en actividades que no son lúdicas fomenta la motivación y la participación de las personas usuarias. 
  • Contribuyen a favorecer el aprendizaje a través de la implicación directa en la acción.

Simuladores empresariales para facilitar el aprendizaje

En relación con este último aspecto cabe recordar la famosa cita atribuida a Confucio: “Me lo contaron y lo olvidé, lo vi y lo entendí, lo hice y lo aprendí”.

En este artículo, que hace referencia a un estudio enmarcado dentro de los proyectos de la Cátedra de Investigación de Innovación en Tecnología y Educación del Tecnológico de Monterrey, se constata que la utilización de simuladores favorece el ambiente de enseñanza – aprendizaje en determinadas materias. Como indica, esto es así “debido a que estas herramientas digitales permiten la reproducción de actividades diversas con suficiente fidelidad para lograr la participación de los alumnos en una forma realista y significativa”.

El uso de tecnologías en la educación actual

Además, la incorporación de tecnologías como la simulación en la formación conecta con la manera de comunicarse y relacionarse de las nuevas generaciones de estudiantes y futuros profesionales, habituados al ciberespacio, al aprendizaje autónomo, a practicar juegos en entornos digitales, etc. 

Hay autores que defienden que el futuro de la educación pasa por generar modelos de enseñanza innovadores que incorporen cada vez en mayor medida el uso de los nuevos medios digitales. Entre estos podríamos englobar los simuladores a los que nos referimos. En este artículo, publicado por el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado (INTEF), se defiende que “no se trata tanto de qué enseñar (contenidos) sino de cómo enseñarlo (procesos) a la luz de los nuevos conocimientos sobre cómo el cerebro aprende, atiende, memoriza y soluciona problemas”.

Igualmente, remarca que “el aprendizaje se optimiza cuando el alumno es un protagonista activo del mismo”. A este respecto, señala que es imprescindible fomentar en el alumnado “el aprendizaje vivencial y periférico” para que pueda sacar “el mayor provecho posible de sus experiencias”.

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